La teoría del aprendizaje social, propuesta por Albert Bandura, explica cómo el aprendizaje se produce mediante cuatro procesos: la atención, la retención, la reproducción y la motivación. Estos procesos implican que el deportista debe prestar atención a los modelos que desea imitar, recordar lo que ha observado, reproducir lo que ha aprendido y recibir refuerzos positivos o negativos por su conducta.
La teoría del aprendizaje social tiene varias implicaciones para el entrenamiento y la educación deportiva. Por ejemplo, los entrenadores deben ser conscientes de su papel como modelos para sus deportistas y mostrar conductas adecuadas y coherentes con los valores que quieren transmitir. Los compañeros también pueden ser una fuente de aprendizaje social, tanto positiva como negativa, por lo que se debe fomentar la cooperación y el respeto entre ellos.
Los medios de comunicación pueden ofrecer ejemplos de éxito o fracaso en el deporte, así como de conductas éticas o no éticas, por lo que se debe desarrollar el pensamiento crítico y la autoestima de los deportistas. Por último, los familiares pueden apoyar o interferir en el aprendizaje social de los deportistas, por lo que se debe establecer una comunicación fluida y una relación de confianza entre ellos.