Por: José Angel Delgado Leyva. Ph.D.
La OMS, define el accidente cerebrovascular (ACV) como el desarrollo rápido de signos clínicos de trastornos focales o globales de la función cerebral, con síntomas de duración igual o superior a 24 horas, de origen vascular, que provocan alteraciones en los planos cognitivo y sensoriomotor, de acuerdo con el área y la extensión de la lesión.
El signo más común de un ACV, que ocurre con mayor frecuencia en la etapa adulta, es la debilidad repentina o entumecimiento de la cara, el brazo y/o la pierna, generalmente en un lado del cuerpo. Otros signos frecuentes incluyen: confusión mental, alteración cognitiva, dificultad para hablar o comprender, tragar, ver con uno o ambos ojos y caminar; trastornos auditivos; mareos, pérdida de equilibrio y/o coordinación; dolor de cabeza intenso sin causa conocida; disminución o pérdida de la conciencia. Una lesión muy grave puede causar muerte súbita.
Existen dos tipos de accidente cerebrovascular (ACV), que ocurren por motivos diferentes, como son el ACV hemorrágico y el ACV isquémico:
• ACV hemorrágico: Se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo cerebral, provocando una hemorragia. Esta hemorragia puede ocurrir dentro del tejido cerebral o en la superficie entre el cerebro y la meninge; afectando las motoneuronas del sistema nervioso central.
• ACV isquémico: Se produce cuando se obstruye una arteria, comúnmente en la rama de una de las arterias carótidas internas. Consecuentemente, las células del cerebro quedan privadas de sangre; impidiendo el paso de oxígeno a las neuronas, las cuales acaban muriendo. Esta obstrucción puede ocurrir debido a un trombo (trombosis) o a un émbolo (embolia). El ACV isquémico es el más común y representa el 85% de todos los casos.
Para diagnosticar del ACV se realizan exámenes de imagen, que permiten identificar el área del cerebro afectada y el tipo del derrame cerebral. La tomografía computarizada (TC) craneal es el método de imagen más utilizado para la evaluación inicial del ACV isquémico agudo, demostrando signos precoces de isquemia.
La causa principal del ACV hemorrágico es la presión arterial descontrolada y la ruptura de un aneurisma. Sin embargo, también puede ser provocado por otros factores, como:
• Hemofilia u otros trastornos de la coagulación sanguínea;
• Lesiones en la cabeza o el cuello;
• Tratamiento con radiación para cáncer en el cuello o el cerebro;
• Arritmias cardíacas;
• Enfermedades de las válvulas cardíacas;
• Defectos cardíacos congénitos;
• Vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos), que puede ser provocada por infecciones a partir de enfermedades como sífilis, enfermedad de Lyme, vasculitis y tuberculosis;
• Insuficiencia cardíaca;
• Infarto agudo de miocardio.
Por otro lado, el ACV isquémico se divide en cuatro subgrupos, que poseen causas distintas:
• ACV isquémico aterotrombótico: Es provocado por una enfermedad que causa la formación de placas en los vasos sanguíneos mayores (aterosclerosis), provocando la obstrucción del vaso sanguíneo o la formación de émbolos.
• ACV isquémico cardioembólico: Ocurre cuando el émbolo causante del derrame cerebral que se origina en el corazón.
• ACV isquémico de otra etiología: Es más común en personas jóvenes y puede estar relacionado con trastornos de la coagulación sanguínea.
• ACV isquémico criptogénico: Ocurre cuando la causa del ACV isquémico no se ha identificado, incluso después de una investigación detallada por parte del equipo médico.
El ACV puede producir una hemiplejia en uno de los hemisferios laterales del cuerpo; cuyo lado del cuerpo afectado va a depender con el lóbulo afectado. Por ejemplo, si la lesión ocurre el hemisferio izquierdo del cerebro la hemiplejia se manifiesta en el lado derecho.
Las áreas afectadas del cerebro pueden variar según la ubicación del sangrado hemorrágico o de la isquemia. Esto puede afectar diferentes áreas cerebrales, incluyendo:
• Corteza motora: El área motora del cerebro controla los movimientos voluntarios del cuerpo, controlando las contracciones musculares. Un ACV en esta área puede causar debilidad o parálisis en una parte del cuerpo, dificultad para coordinar movimientos y problemas para caminar. La corteza motora primaria se comunica constantemente con los ganglios basales, el cerebelo y con áreas de la corteza cerebral; para garantizar que los movimientos sean intencionales, precisos y coordinados con la percepción sensorial.
• Corteza premotora: esta controla los movimientos complejos, como alcanzar o agarrar con las manos, y también ayuda a controlar la postura.
• El área de Broca: esta es una pequeña región de la circunvolución frontal inferior necesaria para la producción y coordinación del habla. Los pacientes con ACV pueden sufrir “afasia de Broca”, logrando comprenden el lenguaje pero pueden verse limitados para responder.
• Corteza somatosensorial: Es la porción más frontal del lóbulo parietal y recibe información de los receptores táctiles (sensores) ubicados en la piel de todo el cuerpo. Un ACV que afecte esta área puede causar pérdida de sensibilidad, parestesia o problemas con la percepción sensorial.
Peggy Mason, profesora de Neurobiología de la Universidad de Chicago expone sobre el ACV en una de sus conferencias del curso ‘’Comprender el cerebro: La neurobiología de la vida cotidiana’’ lo siguiente:
‘’Si es un accidente isquémico quiere decir que este vaso sanguíneo se ha bloqueado. Si el vaso sanguíneo se bloquea, significa que toda el área, irrigada por esos vasos sanguíneos, se va a quedar sin oxígeno (...) Las malformaciones arteriovenosas son enfermedades congénitas en la que la pared de los vasos se compromete y puede reventar. Eso puede dar lugar a un derrame hemorrágico (...) El hecho es que aunque sea cardiovascular, su efecto es totalmente neurológico. Donde ocurra el derrame determinará el problema de la persona. Por ejemplo, si el derrame ocurre en el hemisferio izquierdo, la persona puede volverse afásica, puede perder la habilidad de controlar la parte derecha de su cuerpo, etc.; producir pérdida de la visión del lado derecho del mundo visual. ’’
Como fisioterapeuta, puedo describir este proceso desde mi experiencia, como un evento que produce un impacto negativo en la salud neuromotora y funcional del paciente. Siendo el proceso de rehabilitación un reto, tanto para el paciente como para el especialista en fisioterapia. Y aunque, en muchos casos la recuperación es prolongada en el tiempo y dificultosa puedo asegurar que gloria a Dios muchos pacientes han conseguido recuperarse y retomar su vida normal.
Referencias:
- AVC. (n.d.). Ministério Da Saúde. https://www.gov.br/saude/pt-br/assuntos/saude-de-a-a-z/a/avc
- Chong, J. Y. (2023, September 28). Acidente vascular cerebral isquêmico. Manual MSD Versão Saúde Para a Família. https://www.msdmanuals.com/pt-br/casa/dist%C3%BArbios-cerebrais,-da-medula-espinal-e-dos-nervos/acidente-vascular-cerebral-avc/acidente-vascular-cerebral-isqu%C3%AAmico
- 3D brain. (n.d.). https://www.brainfacts.org/3d-brain#intro=false&focus=Brain-cerebral_hemisphere-pareital_lobe-somatosensory_cortex