El movimiento muscular, esa acción tan natural y cotidiana que nos permite realizar desde levantar un lápiz hasta correr un maratón, esconde un complejo mecanismo biológico que involucra una orquesta de células, señales eléctricas y químicas. Para comprender este proceso, embarquémonos en un viaje a través de las maravillas de la anatomía y la fisiología muscular.
Los protagonistas principales de este proceso son:
- Neurona motora: Esta la directora de la orquesta, encargada de enviar señales eléctricas desde el cerebro y la médula espinal hacia el músculo.
- Placa motora: Es la zona de contacto entre la neurona motora y la fibra muscular, donde se transmite la señal eléctrica.
- Fibra muscular: Es la unidad básica del músculo, compuesta por filamentos de proteínas contráctiles, actina y miosina.
- Sarcómero: Es la unidad contráctil de la fibra muscular, donde se produce el movimiento.
- Retículo endoplasmático: Almacena el ion calcio, esencial para la contracción muscular.
- Túbulos T: Son conductos que permiten la rápida propagación del potencial de acción desde la placa motora hasta el interior de la fibra muscular.
Al aplicar la contracción se emite Primero que todo una señal eléctrica. Ya que una neurona motora libera un neurotransmisor llamado acetilcolina, que se une a los receptores en la placa motora. Esto genera un potencial de acción, que es una señal eléctrica que recorre la fibra muscular. Durante este proceso se produce una liberación de calcio. Puesto que el potencial de acción desencadena la liberación de iones de calcio del retículo endoplasmático. Continuamente se produce la unión de actina y miosina.Ya que el calcio permite que la miosina se deslice sobre la actina, generando fuerza y acortando el sarcómero. También acontece un acortamiento de la fibra. En este momento la contracción de los sarcómeros acorta la fibra muscular, generando tensión y movimiento. Y por último la relajación muscular. Una vez finalizada la señal eléctrica, el calcio regresa al retículo endoplasmático, permitiendo que la actina y la miosina se deslicen y la fibra muscular se relaje.