Necrosis


Por: José Rodolfo López Alonso. Ph. D.

La necrosis es un proceso que implica la muerte de tejido corporal. Este fenómeno ocurre cuando el tejido no recibe la cantidad suficiente de oxígeno o sangre que necesita para funcionar adecuadamente, y que puede ser causada por una lesión, radiación o sustancias químicas.

Existen varios tipos de necrosis, que varían según la causa y la localización de la lesión, por ejemplo:

  1. Necrosis coagulativa: Ocurre cuando la circulación de sangre hacia las células disminuye, pudiendo surgir en cualquier parte del cuerpo, excepto en el cerebro.
  2. Necrosis licuefactiva: En este tipo de necrosis, las células dañadas pierden su estructura, volviéndose líquidas y formando pus.
  3. Necrosis caseosa: Este tipo de necrosis puede surgir en casos de infecciones causadas por bacterias u hongos.
  4. Necrosis pulpar: Ocurre cuando las células de la pulpa, que es el tejido que está dentro del diente, mueren.
  5. Necrosis gangrenosa: Puede surgir debido a la falta de oxigenación de las células o a una infección bacteriana.

Este fenómeno puede ser desencadenado por diversos factores, siendo algunos de los más comunes los siguientes:


  1. Obstrucción vascular: Cuando los vasos sanguíneos se obstruyen, impidiendo el flujo de sangre adecuado a los tejidos, se puede producir necrosis debido a la falta de oxígeno y nutrientes.
  2. Violación de la alimentación celular: La interrupción en el suministro de nutrientes esenciales a las células puede llevar a su muerte y a la necrosis.
  3. Acción de toxinas bacterianas: La presencia de toxinas producidas por bacterias puede provocar daños en las células y desencadenar el proceso de necrosis.
  4. Acción de sustancias químicas: Algunas sustancias químicas pueden ser tóxicas para las células y causar su muerte, dando lugar a la necrosis.
  5. Influencias térmicas: Las altas o bajas temperaturas pueden afectar a las células y provocar su muerte por necrosis.


Además, los trastornos de la circulación, como la poca irrigación sanguínea, la isquemia, los procesos de trombosis y embolia en los vasos sanguíneos, también pueden ser causantes de necrosis al limitar el flujo de sangre y, por ende, de oxígeno y nutrientes a los tejidos.


Es recomendable tomar en cuenta todas las causas de la necrosis para poder prevenir su aparición y proteger la salud celular. Mantener una buena circulación sanguínea, evitar la exposición a sustancias nocivas y cuidar la alimentación son medidas fundamentales para evitar la muerte celular y sus consecuencias. También, se deben comprender los factores implicados en la necrosis, para tomar acciones preventivas y cuidar de manera adecuada nuestra salud y bienestar. De igual manera, es importante destacar que la necrosis no se puede revertir, por lo tanto, siempre se debe buscar atención médica inmediata si se sospecha de esta condición.

Referencias:

(1) Necrosis: MedlinePlus enciclopedia médica. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002266.htm.

(2) Necrosis: tipos, síntomas y tratamiento - eSalud. https://www.esalud.com/necrosis/.

(3) Necrosis: qué es, tipos, causas y tratamiento - Tua Saúde. https://www.tuasaude.com/es/necrosis/.